Iglesia
La primitiva iglesia, probablemente de época medieval, fue ampliada a mediados del siglo XVI, debido al aumento de la población. En los siglos posteriores se realizaron en ella diversas modificaciones.
La ampliación de la iglesia, la construcción del coro y de las primeras torres gemelas fueron efectuadas a partir de 1863, corriendo, la mayor parte de los gastos a cargo del arzobispo de Manila, Fr. José Julián de Aranguren, natural de Barasoain. La modificación definitiva de las torres, elevando su altura hasta como son en la actualidad, se hará en 1872
El resultado es una iglesia gótico-renacentista ampliada en el Neoclasicismo, de una sola nave muy ancha, dividida en cuatro tramos que rematan en cabecera poligonal, con dos capillas a la altura del crucero.
El templo se cubre con bóveda gallonada de terceletes con ligaduras y claves decoradas sobre la nave central y lisas en el crucero y brazos del mismo.
La capilla del lado del Evangelio, que perteneció a la familia del Doctor Navarro, data del siglo XVI y conserva todavía la reja original costeada por éste. Dicha capilla, a la que se accede a través de un arco apuntado, se cubre con bóveda de terceletes con ligaduras, apoyada en ménsulas circulares. Convertida hoy en Baptisterio, aloja en su interior una pila bautismal, fechada en el año 1616, con taza gallonada que asienta sobre un pedestal bulboso, decorado con grandes hojas.
La sacristía, del siglo XVIII, es de planta rectangular y se adapta a la forma poligonal de la cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior, el templo presenta una monumental fachada de sillería centrada por dos torres gemelas. El aspecto general es de gran severidad que recuerda al estilo herreriano.
El retablo mayor, dedicado a la Asunción de la Virgen, se alza sobre la cabecera del templo. De estilo romanista, es obra del ensamblador Domingo de Bidarte, que lo realizó a comienzos del siglo XVII, si bien se desconoce el escultor que colaboró con él. Su traza consta de banco y dos cuerpos, compartimentados en tres calles por dobles columnas de fustes entorchados, con capitel jónico en el primero y compuesto en el segundo. Remata en ático, cuya calle central destaca por su mayor tamaño. Su iconografía comprende relieves y bultos redondos.
En el primer cuerpo, destacan dos grandes relieves que representan las escenas de la Oración en el Huerto y el Prendimiento y sobre ellos, un friso con los Padres de la Iglesia.
En el segundo cuerpo se encuentran dos grandes relieves que representan la Anunciación y la Visitación que centran la imagen de la Asunción de la Virgen.
En el pedestal del ático hay representaciones de varios santos y santas y, en el centro, el grupo del Calvario, coronado por el Padre Eterno y flanqueado por relieves de la Sagrada Familia acompañada de San Juanito y el encuentro de Cristo con el Bautista. En los extremos del ático se alzan dos monumentales estatuas de David y Moisés.
El retablo conserva todavía la policromía original, en la que predomina el oro.
En el muro frontal del crucero en el lado de la Epístola cuelga un crucificado de tamaño algo menor que el natural, de estilo gótico. Según las más recientes investigaciones, data del segundo tercio del siglo XIII, por lo que se trata probablemente del más antiguo de los crucificados góticos navarros, pues ofrece aún bastantes reminiscencias románicas, como el verticalismo del cuerpo, la coincidencia de los brazos con la horizontal, la expresión serena del rostro, el tratamiento lineal y no anguloso del plegado del «perizonium» y, sobre todo, la llamativa corona real.
En el lado del Evangelio se halla un retablo neoclásico, en cuya hornacina principal se aloja una talla de la Virgen del Rosario, de estilo romanista, fechada a comienzos del siglo XVII; en el ático, una talla de Sta. Ana que data de la misma época.
En el muro frontal se halla la imagen de la Virgen de Egipto, patrona de Barasoain, talla fechada por algunos en los siglos XII o XIII, aunque muy retocada en épocas posteriores.
Del muro lateral derecho de la nave cuelga un lienzo con el martirio de S. Bartolomé, pintado en el último tercio del mismo siglo XVII por Diego Polo el Mozo. En relación con la escuela madrileña del momento, presenta influencias rubenianas y venecianas. Junto con unas crismeras, fue legado en 1748 por D. José Satrústegui, natural de Barasoain y residente en Madrid.
En el coro, se conserva una sillería de comienzos del siglo XVII, retocada posteriormente, y un órgano, de estilo neogótico, obra del organero de Azpeitia, Juan de Amezua, quien lo realizó en 1863.
La iglesia conserva diversas piezas de orfebrería de los siglos XVII a XIX. Entre todas ellas destaca el ostensorio de plata dorada, labrado en Méjico hacia el año 1700, que fue donado por D. Juan Damián de Yoldi, caballero de Santiago, alcalde mayor de la ciudad de Oaxaca e hijo de Barasoain.